domingo, 6 de noviembre de 2011

La creación de Adán


Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, para vivir y crear el mundo al cual venía, pero principalmente para hacernos felices a nosotras las mujeres, quien puede imaginarse al mundo en el que vivimos sin estas criaturas divinas, llamadas Hombres. No creo que nosotras, las mujeres, hayamos sido creadas a partir de una costilla del hombre, creo mas bien que venimos, al igual que ellos, de algún planeta lejano, y que también fuimos creadas por Dios para complementarnos mutuamente con los hombres, tampoco creo que nuestra felicidad dependa únicamente de ellos, pero digamos que contribuyen a alcanzarla (seamos justas).

El hombre ese ser perfecto y maravilloso, que desde su niñez se enfrenta a grandes retos y que descubre a muy temprana edad su sexualidad, se diría que están preparados física y mentalmente para el sexo antes que nosotras, normalmente, en mi caso aunque bastante prematuramente (lo descubrí a los 8 años jugando con una amiguita, pero esto lo contare en otro post, ya que no tiene desperdicio), se que en el caso de mi hermano le paso mucho antes (a los 6 o 7 años), por eso lo puedo afirmar casi de primera mano, nunca mejor dicho, ya que fui testigo de una de las 1eras. erecciones de mi hermano, tenia 7 años y dormíamos juntos en ese momento.

Luego en su juventud el hombre se convierte en un ser insaciable, en búsqueda permanente de nuevas sensaciones, viril, llevado siempre por sus hormonas vive tal vez con mucha celeridad, sin frenos, quien no ha sido deseada por un joven amante de 20 años, al cual no sabes como frenar, todo su cuerpo exuda sexualidad, la intensidad de esos besos primerizos y esas caricias que dejan huellas en tu piel, en esa edad la cama es un lugar muy aburrido para tener sexo, el escenario perfecto: cualquier lugar (el coche, las escaleras de un edificio, el ascensor, la encimera de la cocina, del lavabo del baño, etc.), pero este tren de vida no se puede mantener siempre, digamos que nuestra fierecilla indomable pasa a ser con los años una fiera calmada y serena, pero siempre fiera, siempre salvaje.

Hablemos entonces del hombre adulto (de 40 años en adelante), maduro, que ya no busca, que ya sabe lo que quiere y que sabe como buscarlo, donde y como hacerlo, ese hombre interesante, experimentado (estoy hablando de sexo, en todo momento), y que he descubierto últimamente, ya no es una fiera indomable, pero controla todo su cuerpo y lo mueve con calma y serenidad.

Para describir mejor mis experiencias con estos hombres adultos, les cuento en una historia reciente mis experiencias, digamos que ha sido la primera de una nueva etapa...

MAGALLANES, UN GRAN DESCUBRIDOR.

Era una noche de Octubre, decidimos ir a tomar algo a Fusión, el lugar estaba lleno de gente, mas de lo deseado la verdad, ya que pienso que el morbo es menor cuando hay tanta gente.

El primer obstáculo que encontramos fue al pedir las copas (el pana decidió que lo hiciera yo, mientras el iba a guardar nuestros objetos personales en la taquilla), así que allí estaba yo, solo contra una barra llena de bebedores desesperados y nerviosos ante la lentitud del barman (hay que decirlo, esta buenísimo pero es algo lento). Estaba en la esquina de la barra cuando el antes mencionado barman nota finalmente mi presencia y se dirige a mi, hábilmente había notado que estaba un hombre a dos personas de mi que llevaba mas tiempo que yo esperando, así que gentilmente le indique al barman que él estaba primero, acto seguido este hombre se dirigió a mi amablemente diciendo "gracias", fui en ese momento que tropecé por primera vez con la sonrisa y los expresivos ojos verdes de Magallanes.

La noche era larga, la gente tal y como nos temíamos no estaban por la labor, por lo que de sexo nada de nada, algunas hogueras controladas se iban encendiendo (si se puede llamar de alguna forma lo que presentaba la noche), nada en lo que mereciera la pena intervenir, para ser sincera, así que decidimos pasarla bien nosotros (un baño en la piscina que tanto gusta al pana y a disfrutar de las copas).

Al final de la noche, al marcharnos tropecé nuevamente con Magallanes y su pareja, volvió a sonreírme, algo me decía que debía acercarme, pero ellos también se iban, rápidamente le comente al pana que había visto una pareja que parecía que quería juego, con la suerte que al subir de los vestuarios estaban tomándose una última copa en la barra, así que nos presentamos, no hizo falta muchas palabras para decidir ir al hotel de ellos, así que se presentaba una nueva aventura, nunca mejor dicho, ya que a penas los conocíamos.

Ya en el hotel, empezamos a conversar tendidos los cuatro en la cama, algo de beber (cerveza) y una amena conversación dieron inicio a la velada. Ellos, ambos portugueses, él de 52 años, ella de 40 años, ambos inteligentes, interesantes y guapos, maduros y bien cuidados. La velada avanzaba y nos íbamos poniendo cómodos, como siempre el pana empieza con lo bueno y se desviste y empieza a jugar con ella, por mi parte empiezo mas lentamente. Ël estaba en la ventana fumando, cuando me acerco a él y empezamos a besarnos, los besos fueron suaves al principio pero iban subiendo en intensidad a medida que la excitación iba a mas (me dice en esos primeros momentos que besaba muy bien, no es la primera vez que me lo dicen, pero esto me halaga mucho la verdad), disfruto mucho descubriendo que no estaba ansioso por quitarme la ropa y penetrarme, sino que disfruta de los besos, no me siento presionada a hacerle sexo oral desde el primer momento, ya que simplemente estamos ambos al unísono disfrutando del momento. Después desabotono su camisa y dejo su torso al desnudo, luego me quito la blusa y oprimo mis pechos contra su pecho, todo esto mientras los besos seguían sin parar, estábamos los dos muy excitados cuando decidimos quitarnos el resto de ropa y tumbarnos finalmente en la cama, allí seguimos besándonos, pero aquí ya sus manos encontraron mi sexualidad, yo estaba ya muy húmeda, él quería que yo me masturbara mientras el también lo hacía viéndome tocarme, estaba que estallaba de placer, luego ambos nos dimos algo de sexo oral (muy poco la verdad) y volvimos a tocarnos mutuamente, el proceso de su erección fue lento pero era realmente excitante verlo ponerse ante mi, duro, firme, yo temblaba de placer y solo pedía casi a gritos que me penetrara y lo hizo, lentamente al principio, moviendo muy bien su pelvis, haciéndome sentir profundamente toda su virilidad, para terminar intensamente,yo tuve un orgasmo impresionante, él no pudo llegar, pero no le importo.

Yacíamos tumbados en la cama, sus caricias eran suaves e intensas a la vez, sus besos ahora eran dulces, nuestros cuerpos sudorosos, entrelazados se encontraban en reposo, saciados de placer, era una sensación nueva, en ese momento él me pide disculpas ya que estaba cansado y no había podido estar al 100% (no quiero imaginármelo al 100%, imagino que era por no haber llegado a correrse), con una sonrisa le decía que estaba bien, ya que había descubierto que ahora vivía una nueva etapa en mi sexualidad, que disfrutaba mas de este sexo calmado y sereno, sin prisas pero sin pausas, que me excitaba mucho mas que las penetraciones fuertes carentes de sensualidad, y que no paran hasta que el hombre se corre, quizás es que ahora yo también he madurado?.

Luego nos duchamos juntos, algún beso más robado, pero lo mejor de todo era el poder conversar con alguien, conocerlo mejor, era todo tan natural, me sentía cómoda y segura, podía ser yo misma, y esto ocurre pocas veces en este mundillo.

La noche había terminado, la mañana ya se asomaba y los cuatro estábamos cansados, así que nos despedimos con mucho cariño y con la promesa de volver a vernos algún día, gracias a Magallanes por descubrirme esta nueva etapa de mi vida sexual.

Aunque ya había tenido experiencias con algunos hombres maduros (Jesús, David, Caramelo), estas habían llegado en otra etapa de mi vida, es ahora que con Magallanes ya no tengo dudas, mi Adán perfecto (sexualmente hablando) es un hombre mayor de 40 años.

No descarto que en el futuro este con algún hombre joven, menor que yo, pero la verdad es que si me dan a elegir los prefiero ahora mismo mayores que yo, creo que puedo aprender mas de ellos, por lo que ya les iré contando mis experiencias en esta nueva etapa en el mundo imprebis

Hasta luego,

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