Es interesante las cosas que se puede uno encontrar en Internet, este post es una de esas, confieso he tomado prestado algunas líneas sobre este tema, del que hoy quería escribir y que por respeto al verdadero autor encierro entre comillas, se trata de un articulo sobre lo femenino y lo masculino.
“Todos los seres humanos, sin importar nuestra orientación sexual, estamos formados por energía masculina y energía femenina.
La energía masculina se vincula con la iniciativa, la búsqueda, la acción, la penetración, la dureza, el hacer, el pensamiento lógico y racional, la fuerza física.
La energía femenina está relacionada con la pasividad, la receptividad, la capacidad de espera, la flexibilidad, la ternura, la delicadeza, la blandura, el sentimiento, la contemplación, la sensibilidad, la capacidad de entrega.
Las mujeres, en teoría, tienen predominio de la energía femenina sobre la masculina. Los hombres, tienen predominio de la energía masculina sobre la femenina.
Hasta aquí todo bien. El problema se comienza a dar cuando estas energías se encuentran desequilibradas. Y entonces una mujer posee más energía masculina que femenina o cuando un hombre posee más energía femenina que masculina.
Vemos entonces mujeres muy activas, buscadoras, autosuficientes, duras. Y también vemos hombres con una energía femenina muy desarrollada que actúan con suavidad, y están muy conectados con sus emociones, por ejemplo.
La cosa se agrava cuando estos hombres y mujeres se encuentran, por decirlo de alguna manera, porque realmente no se encuentran, se tropiezan, chocan entre ellos y no logran entenderse.
Una pareja (de hombre y mujer) que se puede considerar sana o ideal, tiene las siguientes características: la mujer tiene más energía femenina que su pareja y menos energía masculina que su pareja. El hombre tiene más energía masculina que su pareja y menos energía femenina que su pareja.
No es una cuestión de proporción o de números. Realmente es más una cuestión de balance, de equilibrio, de respeto a lo natural”.
Esto explica perfectamente el funcionamiento de la pareja tanto heterosexual como homosexual, me explico mejor, he observado a lo largo de todos estos años que en toda pareja existe un representante femenino y otro masculino, es decir el rol femenino en una pareja lo representa una mujer o bien un hombre muy femenino y el otro rol lo representa un hombre o una mujer masculina, por lo que el sexo pasa a un segundo plano en cuanto a nuestro comportamiento y actitud psicológica cuando se trata de vivir en pareja.
En pocas palabras solo existe lo femenino y lo masculino en una pareja, que cada uno asuma su rol… y a ser felices.
Hasta luego,
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