Es posible concentrar lo mejor de casi 60 días en una o dos noches de Sábado, las cuales empezaron sin muchas expectativas, pero que de muchas formas colmo no solo mis esperanzas, sino mis más profundos deseos.
La noche empezó con una cena en pareja en un restaurante griego bastante recomendable, para luego ir a El Palacete, al llegar notamos la poca gente que había, cosa que no nos preocupo en absoluto. Como siempre nos apuramos en llenar uno de los jacuzzis disponibles, antes ya habíamos sido abordados por una pareja prometedora (los Reyes), solo hubo un intercambio de palabras insinuantes en principio. Mientras esperábamos que se llenara el jacuzzi, decidimos ir a dar una vuelta por el local, para nuestra sorpresa la pareja latina del Este había llegado y estaban conversando animadamente con los Reyes, por lo que las piezas del juego empezaban a colocarse.
A la pareja latina del Este los conocimos en Agosto, casi al final de la noche de un Sábado, recuerdo que el feeling y la atracción entre los cuatro fue muy fuerte desde el principio, debe ser por que somos latinos y la sangre latina es caliente, aunque no recuerdo bien como empezamos a relacionarnos, si recuerdo la escena que montamos en plena sala del Palacete, desvistiendonos los unos a los otros, besandonos profundamente, abrazándonos, para luego terminar en el jacuzzi pequeño los cuatro, mmm ...lamentablemente la noche llegaba a su fin y no pudimos concluir con lo que empezamos, pero contrariamente que con otras parejas, con ellos apetecía seguir por lo que la calle fue testigo de un intercambio de caricias lascivas, prohibidas, que nos dejaron calientes y con muchas ganas de repetir.
Por circunstancias ajenas a nuestros deseos, pasaron mas de 30 días desde aquella noche, algún Sábado ellos no podían, otro Sábado eramos nosotros los que no podíamos, por eso esa noche de Septiembre cuando finalmente se conjugaron favorablemente todas las variables posibles, estaba todo dispuesto, Adan y Eva se preaparaban para cometer el pecado original, quizas era el destino que nos unía, algo atípico en este ambiente: un reencuentro deseado y a la vez tan complicado.
Todo empezaba en el jacuzzi grande que habíamos llenado el pana y yo, allí recibimos la visita de la pareja latina del este y de los reyes, nos dimos un baño relajante que ayudo a romper el hielo para después terminar todos en la cama, donde se desarrollo una mini bacanal de 6, que al pasar las horas termino siendo de 4.
Prefiero no dar muchos detalles, ya que siento que las palabras no pueden expresar las sensaciones vividas, los orgasmos alcanzados al unisono, los besos, abrazos y caricias dadas y recibidas, así como las risas compartidas, por eso solo puedo definir esas noches como únicas y quizás irrepetibles.
Gracias a nuestros amigos los latinos del este, por ser tan especiales.
Hasta pronto,
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