La noche era perfecta, dificultades aparte para llegar a nuestro destino, el pana y yo deseabamos mucho llegar al encuentro con nuestros nuevos amigos.
La luna llena incitaba al sexo, el intercambio de mensajes durante dos semanas habian hecho su efecto, habia ganas, no se si tal vez algo de ansías de conocer, de profundizar, de ahondar, de perderse, al menos por una noche, de olvidar la existencia misma de la vida rutinaria a la nos somete el día a día, y mi cuerpo pedía sentir, por lo que los ingredientes estaban preparados para la cena perfecta.
A Rocío y Miguel los conocimos un Sabado, esa noche llegabamos a nuestra cita como siempre sin muchas expectativas, y también como siempre, ellos ya nos esperaban en la terraza en la que habiamos quedado, al parecer nos cuesta mucho ser puntuales. Ella encantadora, de contextura delgada, buen cuerpo, morena, muy bien arreglada, él un hombre alto, con un fisico impresionante, encantador y educado, ambos deportistas, por lo que en cuanto a la parte fisica desde un primer momento no se presentaba ningún inconveniente para seguir conociendolos, quieran o no el fisico importa, mas en el mundo liberal. A pesar de esto, esperabamos no pasar mas de media hora con ellos, ya que una cosa es el fisico y otra la forma de ser de las personas, pero en este caso desde el primer momento ambos congeniaron perfectamente con nosotros, no habia chispazos de electricidad, pero si habia camaradería, complicidad, y las risas no faltaron en ningún momento, y eso es raro de conseguir en el mundillo swinger, por lo que lo que esperabamos iba a ser un encuentro de 30 minutos sobrepaso las 2 horas, ni nos dimos cuenta solo al final de la velada, del tiempo que habia transcurrido, ellos prometieron esa misma noche en invitarnos a su casa a cenar, invitacion que aceptamos gustosamente.
Así llegamos a la noche del Sabado de luna llena, despues de dos fines de semana de estar aparcados sin poder vernos y asistir a la tan esperada segunda cita, por causas inherentes a la naturaleza misma de ser mujeres, Rocío y yo habiamos sin quererlo habiamos sido obstaculos a saltar para finalmente consumar nuestro encuentro. Pero una vez superados estos obstaculos, allí estabamos en la casa de nuestros amigos, dispuestos a disfutar de la cena y de todo lo que pudiera surgir, la noche definitivamente prometía, ya que la luna jugaba a nuestro favor.
El menú de la cena era perfecto, incluia una exquista tortilla elaborada por el anfitrion de la casa y carne, que hicieron ambos con mucho mimo, habia postre, vino y claro esta, no podía faltar la conversación amena y distendida, no habia silencios desagradables, había complicidad, picardia y otra vez no faltaron las risas.
Una vez terminada la cena, nos propusieron seguir la velada con unas copas, y con un juego, el cual ayudaría a romper el hielo, cosa sencilla ya que por mi parte ya yo estaba derretida por ambos, ya que ella estaba muy sexy, vestía un hermoso corset azul que resaltaba sus curvas (lastima que Rocio no sea Bisexual, pero lo respeto) y el vestía un vaquero y una camiseta negra ceñida a su torso, que dejaba ver aún mas ese increible cuerpo de Dios griego o de Arcangel que tiene Miguel. El juego era sencillo, ibamos sacando cartas y los que sacaban las cartas mas altas debian hacer alguna cosa sexy y erotica que estaban escritas en varios papeles que sacaban los perdedores aleatoriamente de un envase, solo se podían hacer cosas entre chicos y chicas, por lo que a medida que jugabamos ibamos encendiendo la noche, los primeros en poner la carne en el asador fuimos yo y el Arcangel, el cual me hizo temblar con su primer beso, que fue dulce al principio pero apasionado al terminar, aunque lo primero que beso el Arcangel fue mis senos, que fue muy erotico, por lo que todo a esta altura de la noche invitaba a pecar, a sentir, a disfrutar.
Al terminar con el juego, las parejas estaba hechas, el pana cogio a Rocio en brazos y se la llevo a una habitación, por mi parte quede a solas con mi Arcangel por una noche.
Empezamos en el salón, la luz era tenue, era la luz de unas velas, la musica de Noa, que por cierto encanta a Miguel, sonaba como una dulce melodía para mis oidos, mi cuerpo ya semidesnudo pedía cada vez mas, intercambio de besos y caricias, sus manos acariciaban y masajeaban mis pies, su lengua recorria mi cuerpo, cada vez mas caliente y deseoso de ser penetrado, yo acariciaba su cuerpo firme, ya casi sin aliento, casi en el climax me cogio y levanto del sofá,con la piernas entrelazadas a su torso y me llevo a su habitación. Allí la ropa sobraba, por lo que completamente desnuda, di rienda suelta a toda la pasión que tenía contenida. Los besos eran los detonantes mas dulces de la pasión, verle, acariciar su hermsoo torso (aún no se habia quitado los pantalones), me ponían a mil por hora, él besaba mis labios, mi pecho, mi intimidad con mucha pasión, me penetraba con esos dedos largos que son la extensión de una mano firme, no podía contener las ganas de sentirlo dentro de mi,con esa firmeza y dureza aparente que el Arcangel sabe convertir a su vez en dulzura y delicadeza.
Los preambulos al sexo fueron geniales, el me hacia el amor con su lengua y yo excitada chupaba su espada erecta, por lo que al quitarse toda la ropa, el Arcangel dejaba al descubierto sus impresionantes piernas, duras, ejercitadas, y un culo impresionantemente firme, la vision era hermosa, y se lo dije, le dije que me parecía hermoso, tan hermoso como un Arcangel. La penetración fue como lo esperaba, con fuerza, pero no brusca, ya que el Arcangel no buscaba satisfacerse a solas, buscaba que llegaramos los dos a la cima, y así fue, justo despues de cabalgar sobre él, fue intenso, apasionado y tierno a la vez. Despues de un breve descanso vino el segundo round, esta vez me penetro por detrás, con un poco mas de fuerza, igualmente yo cabalgue sobre él, que delicia, llegar ambos al climax, luego los besos y abrazos que no se puede prescindir, ya que el afecto es indispensable, aunque solo se trate de un intercambio sexual.
Lamentablemente como todo lo bueno tiene que un final, por lo que casi a las 06h, nos despediamos de nuestros anfitriones, con una combinación de cariño, mucha gratitud y no lo niego ganas de seguir, personalmente hubiese ido a por el tercero y cuarto sin problemas, pero así es la noche, se termina.
Dicen que el Arcangel Miguel es un ser celestial, jefe de los ejercitos del cielo, que lucha contra la maldad y nos protege, pues por una noche, con este, mi Arcangel personal, me sentí muy protegida y sobre todo deseada, tener sexo con Miguel ha sido uan experiencia maravillosa e inolvidable, creo que la magia y atracción que hubo entre ambos me hizo estar una noche como en el cielo, y por eso quiero agradecer a ambos, a Rocio por compartir por una noche a su chico, aunque a mi parecer fue un intercambio justo, ya que a deducir por sus gemidos, ella tampoco lo paso mal con mi media naranja, pero sobre eso ya les escribira el pana, y en segundo lugar a Miguel, por ser tan genuino, tan hermoso y sobre todo buena persona, tal y como un Arcangel es.
Hasta luego,
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